Con máquinas excavadoras, pala en mano y búsqueda por geolocalización, medio centenar de agentes judiciales, policías, peritos, allegados a la familia y el propio padre de Cristian Schaerer buscaban ayer desde la mañana temprano los restos del joven correntino, quien fue secuestrado hace ya 20 años. La lluvia interrumpió las tareas que retomarán hoy. Un testigo protegido dio el punto exacto, “porque estuvo cuando trasladaron a mi hijo en un camión”, dijo Juan Pedro Schaerer.
Las tareas se centralizaron en un campo ubicado en la zona de San Pedro del Paraná, departamento de Itapúa, donde un testigo protegido reveló en el mes de noviembre de 2022 el punto exacto. “Estuvo cuando lo hicieron y contó lo que vio, por eso indicó el lugar. Dijo que fue testigo del momento cuando fue traído en un camioncito y que en aquel momento lo enterraron acá. Eso permitió iniciar un expediente nuevo que derivó en estas nuevas búsquedas”, expresó el padre de Cristian a los medios paraguayos.
Las tareas se iniciaron con alguna dificultad, debido a las lluvias intermitentes que por la tarde se intensificaron y provocaron la suspensión momentánea de la búsqueda. Las autoridades judiciales indicaron que hoy retomarían las tareas hasta agotar las instancias.
Con cada nuevo dato que aparece, la Justicia y la familia reactivan las búsquedas. Se han dragado partes de ríos, realizado varias excavaciones en distintos terrenos, tanto en Argentina, como en Brasil y en Paraguay, pero todas tareas sin resultados positivos. “Estamos tratando de encontrarlo. Jamás hemos perdido las esperanzas. Para nosotros es una materia pendiente encontrarlo, tener un lugar donde rendirle homenaje, por eso cada vez que podamos tener un dato que nos indique alguna posibilidad, vamos a intentar”, concluyó el padre. Además de Juan Pedro Schaerer, del procedimiento forman parte, la abogada Noelia Núñez, así como de autoridades policiales de Corrientes, el jefe de Antisecuestros de Itapúa, comisario Jorge Ibarra y el fiscal Ever García.
Cristian Eduardo Schaerer fue raptado la noche del 21 de septiembre de 2003, cuando regresaba en su automóvil a su casa del barrio Las Tejas en la ciudad de Corrientes. Cinco hombres fuertemente armados lo subieron a un automóvil y se lo llevaron. Por su vida se pagó un rescate de 270.000 dólares, pero sus captores jamás lo devolvieron a la familia.
