De vez en cuando, el velo que separa el mundo de los vivos de los muertos parece desaparecer y nos hace vivir experiencias aterradoras.
Es el caso de un guardia de seguridad del Sanatorio Finochietto de la Ciudad de Buenos Aires, quien el sábado a las 3 de la mañana vio entrar a una persona y, como es habitual, le tomó los datos y le indicó cómo dirigirse al sector de la guardia, incluso le ofreció trasladarlo en silla de ruedas, pero la persona se negó.
Pasaba el tiempo y el paciente nunca volvió a salir, por lo que el guardia llamó a los médicos pero estos le dijeron que nadie se había recepcionado.
Pero su sorpresa fue grande cuando le avisaron que esos datos eran erróneos, porque la persona había muerto el día anterior.
Este hecho fue captado por las cámaras de seguridad del lugar,dónde se ve claramente cómo las puertas automáticas se abren y el guardia habla con alguien que el video no logra captar en imagen.