Nació en Monte Caseros, (Corrientes) se fue a Buenos Aires y ahora vive en la calle: la historia de María, una enfermera sin trabajo.

Hoy se conoció la historia de María Arriola, una mujer correntina que vive en las calles de Buenos Aires. Marcada por la lucha y las dificultades para salir adelante, la vida de la enfermera que supo ser de las mejores de su promoción, marca la realidad de muchos argentinos y argentinas.

María nació en la localidad de Monte Caseros, hija de Felicitas y Archivaldo, profesora y miembro del Ejército, respectivamente.
“En mi casa éramos mucho y estudiar era caro. Entonces, hice enfermería. Desde los 17 hasta los 21 años estudié en el hospital Escuela de Corrientes. Lo que no hice fue la licenciatura, que en esa época no existía, pero me dieron el certificado de la Cruz Roja Internacional. Estábamos preparadas para la guerra: inclusive hicimos pruebas en las cataratas de cómo bajar y subir personas en un helicóptero y esas cosas”, comentó.

Una vez que terminó sus estudios -luego de ser una de las mejores promedios- comenzó a trabajar en hospitales. Sin embargo, rápidamente la vida le dio su primer revés: su hermano mayor y su padre murieron en la guerra de Malvinas.

El golpe fue grande, su madre entró en depresión y el dinero comenzó a escasear. Los ahorros que tenían en el banco se perdieron cuando la empresa abandonó el país. Se instalaron en el campo hasta que su madre falleció, entre la tristeza y la pobreza.
Ya sola, María decidió viajar a Buenos Aires a buscar suerte y recorrió distintos hospitales buscando trabajo, hasta que lo encontró. El hospital Pirovano le abrió las puertas. “Siempre trabajé de lo mismo. Para esto hay que tener mucho amor y paciencia. A mí me encanta, sobre todo trabajar con las personas mayores. Me gusta sentir que me necesitan, que puedo cuidarlas” , explicó.

Luego tuvo buenos años, trabajó mucho y conoció a Óscar, un joven que hacía carrera en el banco Provincia. Luego de un tiempo se casaron y comenzó a vivir como ama de casa junto a su marido. La vida parecía sonreírle otra vez.

Su vida en la calle

Cuando todo parecía haber cambiado, sufrió un segundo revés: su esposo falleció de cáncer y sus ahorros se esfumaron rápidamente. María buscó trabajo nuevamente como enfermera pero nunca lo encontró y decidió dedicarse a labores cama adentro en casas de familias.
“Hacía de todo. Era, como se dice, ama de llaves. Cuidaba a los adultos mayores, los bañaba, les cocinaba, hacía las compras, les daba la medicación, les hacía rehabilitación, kinesiología, todas esas cosas”, señaló.

Con la aparición del covid-19 la vida terminó de golpear a María. Luego de que una pareja de adultos mayores a los que cuidaba fallecieran, volvió a quedarse sin trabajo.

Buscó una nueva oportunidad durante un mes, mientras paraba en un hotel en Constitución. Pero debido a la situación, las oportunidades laborales nunca llegaron y María fue echada sin nada más que lo que llevaba puesto y un equipo de mate. Luego de eso vivió su primera noche en la calle, al respecto recuerda: “Lloré sin parar. No lo podía creer. Sentía angustia, angustia y angustia”.

Sin familia a la que acudir, y con 2 pequeños trabajos que no duraron, la vida de María transcurre desde entonces entre Aeroparque, el hospital Rivadavia y la sede en Palermo de la Fundación Sí, que la ayuda “más que con solo alimentos”.

“No es por la comida o el café por lo que voy. No, no. Es por la contención, porque me siento muy bien con ellos”, explica respecto a la institución que le brinda ayuda con psicólogas y trabajadoras sociales.

Comiendo una sola vez al día y tomando agua en las estaciones de servicio, María lo que quiere es trabajar. Se siente psicológicamente y físicamente apta para hacer lo que sabe y no pierde la esperanza en recuperar las cosas que supo tener. “No quiero estar más a la deriva, como estoy ahora. Quiero tener una llavecita”, explicó.

Cómo ayudarla

Ofreciéndole un trabajo.

Colaborando para que consiga un lugar para vivir.

Donando dinero a la Fundación Sí, la organización que la está acompañando.

La Nación