Itatí Stanovnik habló de la devoción, la pobreza y de la unidad para superar la crisis.

Miles de peregrinos provenientes de los más diversos lugares se congregaron en la comuna itateña para celebrar hoy el 122° aniversario de la coronación pontificia de la Virgen de Itatí. Un festival en las escalinatas de la basílica, en la noche del viernes, precedió a uno de los momentos más conmovedores para la feligresía: la salida y saludo a la imagen de María de Itatí.

Antes de ese acontecimiento que se registra como una señal del inicio de la jornada conmemorativa central, se registraron un par de chaparrones, pero eso no menguó la presencia de feligreses que estaban parados o sentados frente al santuario. Es que los peregrinos, además de escuchar los acordes musicales, anhelaban volver a ser partícipes del tradicional saludo.

Esa devoción expuesta en quienes decidieron permanecer allí, aunque lloviera, fue una escena conmovedora que fue destacada por el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, quien precisamente también lideró ese momento de encuentro entre la Virgen y su pueblo.

Fue en este contexto, que monseñor dirigió un mensaje. “Gracias, querida madrecita por recordarnos quiénes somos, qué tenemos que hacer y hacia dónde debemos caminar”, fueron algunas de las primeras frases que pronunció en las escalinatas de la basílica.

-Pandemia e incendios

Luego, Stanovnik, se refirió a dos situaciones adversas. “Te queremos dar gracias de todo corazón porque no nos abandonaste en las duras pruebas que pasamos a causa la pandemia y los incendios”, expresó. Tras lo cual, continuó: “Ponemos en tus amorosas manos a nuestros familiares y amigos que fallecieron a causa del covid; fueron muchos que tuvieron que morir solos y tantos que tuvieron que nacer solos sin poder abrazarlos para despedirlos o para recibirlos a la vida”.

En este contexto, pidió que la Virgen cuide y proteja “a todos los que hicieron posible el hospital de campaña” donde “atendieron con gran profesionalidad y amor a nuestros enfermos”.

Después, también solicitó: “Consuela, madre buena, a tantos hermanos y hermanas que padecieron las desastrosas consecuencias de las quemazones. Te presentamos orgullosos y conmovidos a nuestros bomberos por su generosa y valiente actuación en la catástrofe. Y a tantos otros que nos socorrieron durante esa tragedia. Gracias, Madre, por habernos cuidado a todos”.

-Incertidumbre

Durante su alocución en el tradicional saludo de la imagen de la Virgen, Stanovnik también manifestó : “Madre querida, en nuestros corazones se mezclan sentimientos de profunda gratitud y también de mucho dolor. Nos preocupa mucho el momento de incertidumbre y desencuentro que estamos viviendo en nuestra Patria. Nos duele la droga que circula por nuestras calles y destruye la vida de nuestros niños y jóvenes, y a sus familias, y compromete seriamente nuestro futuro”.

“Sufrimos al ver a muchos hijos tuyos y hermanos nuestros que se están alimentando mal, pasan hambre y no les alcanza para pagar sus medicamentos. Nos preocupan los que no tienen trabajo y también los que quieren vivir sin trabajar”, agregó.

Ante esta situación, monseñor pidió a la Patrona de Corrientes por el pueblo y los gobernantes. “Danos la sabiduría para que no caigamos en el caos y la desesperanza; necesitamos seguir creyendo y ser fuertes para sostenernos en medio de la crisis, transmitir esperanza y cuidar la institucionalidad para una convivencia solidaria y fraterna”, remarcó el arzobispo de Corrientes.

Y en el tramo final de su mensaje, manifestó: “Enséñanos a caminar juntos bajo tu mirada tierna, y danos tu abrazo amoroso y firme para enderezar nuestra vida hacia una convivencia en la que seamos más responsables, más tolerantes y fraternos con todos, que busquemos aquello que nos une y dejemos atrás viejos rencores que no llevan a ninguna parte”.

-Procesión y misa

Durante la mañana se celebraron misas en el santuario. Y a las 10 estaba prevista la procesión náutica que -tal como se informó- se suspendió debido a las inclemencias del tiempo.

Y por el mismo motivo, esta vez la misa central no se realizó en las escalinatas de la basílica, sino en el interior de la misma. Por ello, sus instalaciones estuvieron colmadas por peregrinos de diferentes lugares y también por autoridades, tales como el vicegobernador Pedro Braillard Poccard, la diputada provincial Any Pereyra, el ministro de Seguridad Buenaventura Duarte, el intendente Francisco Romero y la vice Any Leiva.

Así, en una multitudinaria misa, Stanovnik, primero destacó la devoción que observó durante el tradicional saludo a la Virgen, porque pese a la lluvia la feligresía permaneció frente a la Basílica.

Después se refirió a la importancia de “caminar juntos” pese a que -advirtió- eso no resulta sencillo e indicó que eso se puede observar tanto en los vínculos entre quienes viven bajo el mismo techo, como así también entre vecinos y la comunidad en general que nos rodea.

Alertó que esas relaciones están marcadas “por la desconfianza, la incertidumbre y el malestar, más que por tiempos de paz, de desarrollo equitativo y de esperanza para las generaciones futuras”.

Seguidamente, reiteró sobre la importancia de caminar juntos y evitar así mirar con recelo “a los que viven de otra manera, o piensan distinto que nosotros”. En este sentido, indicó que “nos agrupamos más bien para defendernos de los que tienen otros valores y estilos de vida, que para buscar convivir pacíficamente en las diferencias y valorar lo que hay de bueno en los que consideramos que no son de los nuestros”.

-Medir fuerzas

“Y así nos debatimos continuamente entre quién es el más fuerte, gastando lo mejor de nuestras energías en anular al otro hasta hacerlo desaparecer. Ese otro puede ser puede ser tu pareja, tus vecinos, el que pertenece a otra comunidad religiosa, o es de otro signo político. La finalidad ilusoria que se persigue así es una sola: ser dueños de todos y de todo. Los que lo logran se desilusionan. Ese es el pecado original que está adherido como un carcinoma al alma del ser humano, lo daña, engaña y confunde”, advirtió.

No obstante, aseveró: “Estamos aquí, creemos que, a pesar de nuestras negligencias, la Virgen Madre, no nos abandona”.

En otro tramo de su alocución, Stanovnik elevó plegarias y una de ellas fue: “Que nos dé un corazón humilde y prudente. Humilde para aceptar que Dios nos ama y que esa es la fuente para amar a nuestro prójimo, a todo prójimo sin excepción, y caminar con él. Y también que nos dé un corazón prudente, para discernir dónde está el verdadero bien y dónde está lo que se presenta aparentemente bueno, pero esconde el engaño y es tremendamente destructivo”.

-Distinción

“Hay tres cosas que manifiestan y distinguen la vida del cristiano: la acción, la manera de hablar y el pensamiento”, afirmó el arzobispo de Corrientes en la última parte de la misa. Al mismo tiempo remarcó: “Supliquemos intensamente la gracia de poder testimoniar que somos cristianos con nuestra manera de actuar, de hablar y de pensar. Cada uno en el lugar y la función que le toca desempeñar, sobre todo aquellos a los que se nos ha confiado la responsabilidad de servir, acompañar y presidir comunidades en la Iglesia o en la sociedad: que nuestro modo de obrar, de hablar y de pensar sea cristiano, y se distinga siempre por el esfuerzo perseverante de caminar todos juntos”.

Luego de finalizada la misa, Stanovnik destacó el trabajo de los jóvenes servidores provenientes de diversas poblaciones de Corrientes, pero también de otras provincias e inclusive de Paraguay. Palabras de agradecimiento que en forma inmediata se transformaron en un extenso aplauso de los feligreses que participaron de la misa.

Además de la gran cantidad de peregrinos que concurrieron a la basílica, más de 300 personas siguieron en vivo la transmisión a través de Noticias Itateñas.